viernes, 26 de septiembre de 2014

La Conferencia de ECI


Este fin de semana se ha estado celebrando la Conferencia anual de Contemplative Outreach en Miami, USA.

Lamentablemente no hemos podido asistir los venezolanos a este encuentro que se realizaría junto con la rama hispana, Extensión Contemplativa Internacional.

Me llena de mucha alegría ponerle rostros a compañeros de travesía, que en el grupo Yahoo nos encontramos casi a diario. Maravillada de que el método de la Oración Centrante esté presente en Cuba también, y participen de esta Conferencia que seguro será de gran provecho.

Por momentos fui señalada por practicar este método de oración, pero pudo más el Espíritu Santo que comentarios humanos. Y poco a poco los miedos fueron dejados atrás. La compañía de los miembros del Círculo de Servicio de la rama hispana la he sentido muy cerca, apoyándome, animándome y sobre todo acompañándome en las noches oscuras, en las turbulencias y aclarando con palabras sencillas lo que se me ha hecho incomprensible.  

La oración centrante me ha ayudado en los últimos meses a llevar los cambios, la inestabilidad, la incertidumbre que se ha hecho presente en mi vida. Y lo más importante me ha permitido saborear lo que significa vivir en la presencia de Dios a lo largo de todo el día. Me ha enseñado a disfrutar y vivir en paz interior.

Estar en la presencia de Dios  tanto como podamos durante todo el día es el secreto para crecer continuamente en la oración contemplativa. El Don de Consejo puede sugerir cosas que parecen contrarias a la piedad.”   PTK

Qué he aprendido en estos últimos meses? He aprendido a ver en las personas a través de su mirada, la gratitud, el dolor, la alegría o la tristeza. He aprendido a disfrutar del gozo de llevar en la sencillez y en un simple " Buenos días" el amor de Dios para donarlo. He aprendido a aceptar la diferencia, aunque a veces las consecuencias de tanto verbo encendido escuchado en Venezuela, de tanto resentimiento sembrado, se presente y ocurra una lucha interna. He aprendido a dar sin esperar a cambio ser aceptada aunque a veces mi falso yo tome la delantera y tenga que salir a atraparlo.

Espero seguir adelante a pesar de las caídas y las zancadillas que yo misma me proporciono. Pues la Travesía trata de esto mismo, de darme cuenta, de enmendar, de conocerme para que sea Él quien viva en mi.

PD: dedico esta entrada a mis hermanos del Grupo Yahoo de OC, facilitadores y participantes, gracias por la compañía.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Mini Albun de Oraciones 2

(C)mariauxivi.blogspot.com

Durante los últimos meses mi  tiempo libre lo he dedicado a realizar manualidades con la técnica del Scrapbooking. Para ello cualquier pedazo de papel que cayera en mis manos se convertía pronto en parte de un proyecto.

He sido autodidacta y es un pasatiempo que me ayuda en muchos aspectos, pues generalmente cuando no lo hago en completo silencio estoy escuchando alguna charla formativa por internet o a través de la radio.

Se presentó la oportunidad de realizar un proyecto que tendría una remuneración económica. Así que me lancé a realizarlo a medida que la inspiración iba llegando. El mini album sería un regalo para un niño en su retiro de Primera Comunión.

Les presento aquí un video donde lo podrán detallar aquellas personas que realizan esta manualidad. Representó más de 16 horas de trabajo que dediqué con mucho cariño.

Hay que tener tiempo y espacio para realizarlo.


En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



domingo, 7 de septiembre de 2014

Reflexión del Evangelio Domingo XXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A . Mt 18, 15-20

Norman Rockwell

Los textos bíblicos del día de hoy sugieren reflexionar sobre el tipo de justicia divina que se puede vivir en el seno de una comunidad o sociedad. La justicia de Dios no es vengativa sino transformadora y atrayente; desde luego profética, siempre hay algo que denunciar, sea para corregir o salvaguardar.

 Ya la primera lectura sugiere la idea de lo que debe ser un profeta delante de su pueblo: en este caso Ezequiel desarrolla su profetismo en la deportación de Israel a Babilonia. El texto habla de Ezequiel como un centinela, no en cuanto está parado encima de la torre o de una muralla de la ciudad de entonces sino que está dentro de la vida del pueblo, en sus actividades cotidianas y debe por tanto cuidar de lo que sucedía durante esa deportación: injusticias, robos, idolatría, prostitución y demás males sociales. Si la función del profeta es la de ser “boca de Dios”, su misión consiste en estar atento a los signos de los tiempos para interpretar en ellos la voluntad de Dios. En el profeta gravita la responsabilidad del mensaje de Dios sobre la comunidad, por ello sentencia el oráculo del texto de Ezequiel: “si yo digo al malvado: ¡Malvado, eres reo de muerte!, y tú no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por tu culpa, pero a ti te pediré cuenta” (Ez 33, 8). Es decir, la lucha por la justicia es una cuestión de vida o muerte, no se puede hacer como dice el dicho popular “un tiro para el gobierno y un tiro para la revolución”. Si se es franco se habrá cumplido la misión profética aunque no se acepte sus correcciones, pero la responsabilidad profética de la denuncia ante el mal del mundo debe ser salvada. Sin embargo el interés del profeta no es la de hacer una especie de consejo diplomático y genérico o como se dice dar consejos píos, sino lograr que las vidas se transformen, es decir el mensaje de salvación tiene que ver con las cosas prácticas de la historia.

Es por ello que los profetas se sentían en la obligación de hacer leer siempre la ley de Dios.  Es así como fueron desarrollando texto legislativos en torno a la escucha del mensaje en la sinagoga durante el culto, hasta llegaron a entender que la morada de Dios estaba en la torá o la ley.

Pero Jesús enseña algo nuevo, ya no es un texto legislativo como para guiar la vida de un pueblo o de una comunidad con la que habla Jesús sino su presencia, él dice: “donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí en medio de ellos” (Mt 18, 20). La presencia de Jesús en la comunidad de la que habla ya no es una presencia legislativa de textos, sino una presencia personal, viva y amorosa. Esa es la razón por la cual Jesús no quiere que en la comunidad nadie se pierda, su justicia es la remisión del que peca o yerra, no su condenación. Por eso en el texto de Mateo sentencia: “Si su justicia no es superior a la de los doctores de la ley y de los profetas, no entrarán en el reino de los cielos” (Mt 5,20). En este sentido su programa de justicia es hacer todo lo posible para ganar a un hermano y no el ojo por ojo o el diente por diente.


El consentir la presencia amorosa de Jesús lleva desde el punto de vista práctico a vivir no solo la armonía sino asumir la posibilidad de un conflicto comunitario como campo para ganar al hermano en la corrección fraterna. Nuestras comunidades son ámbitos humanos imperfectos y no siempre asumimos los errores del que yerra de modo adecuado, se excluye de buenas a primeras sin dar espacio para la experiencia de Jesús como el que perdona y reconcilia. Es en la reconciliación donde se testimonia que Jesús está vivo y la diversidad es prueba de posibilidad de su presencia. En este sentido un conflicto es positivo si da espacio para el reencuentro y la aceptación. Es por ello que en el texto de Mateo aparecen las posibilidades de solución para ganar siempre un hermano a la fraternidad en medio del conflicto (Cf. Mt 18, 15-17).

Pbro Alberto Márquez.
albertoarqui@hotmail.com

martes, 2 de septiembre de 2014

Ver con otros ojos.

Flickr
Trato de leer entre líneas lo que Dios quiere de mí. Pareciera que estoy en un curso de “Reconocer el rostro de Cristo” y otro intensivo de Cómo aceptar la Voluntad de Dios y no morir en el intento. (disculpen la broma, el Espíritu Santo trata de levantarme el ánimo)

Las cosas han sucedido paso a paso, un día dando paso al siguiente, tomando decisiones a medida que se van presentando diferentes alternativas. Algo sucede de pronto que cambia todos los planes y al mismo tiempo la solución aparece por otro o por lo menos se abren otros caminos. Es el discernimiento actuando y cuando te equivocas interviene Dios Padre enderezando el camino.

He quedado impresionada de cómo Dios Padre te va moldeando hasta el punto de que por instantes no te reconoces. Miren lo que me ocurrió hace poco.

 Estando en el supermercado se acercó al mostrador de charcutería, una dama muy voluptuosa, con una larga cabellera rubia con hermosos rizos que llegaban a su espalda, algo maquillada exageradamente, con un vestuario muy provocativo y calzando unos hermosos tacones que ya quisiera yo tener su equilibro para lograr montarme sobre uno de ellos. Cuando la vi enseguida interiormente me dije, ¡no juzgues! Y así comencé a mirarla con otros ojos, trataba de no hacerlo, pero todos a su alrededor no dejaban de hacerlo. En mi mente mantenía un monólogo: ¡que hermosa cabellera!, ¿será propia?¡ mira lleva pestañas postizas!, le quedan de lo mejor.

Es una hija de Dios, me decía, es tu hermana en Cristo, y un sentimiento de amor hacia aquella persona brotaba en mí. Quería hacerle un comentario pero no me atrevía. Luego tuve la oportunidad de ayudarla con su pedido de víveres y amablemente me dio las gracias con una gran sonrisa a la cual respondí. Nos despedimos y yo continúe con mis compras asombrada de lo que había sido capaz de sentir.Sin juzgar, amando sin etiquetar por apariencias externas, mirando a todos con los ojos de Dios.

Podemos ser capaces de hacerlo, solo hay que dejarse transformar y vivir continuamente en la presencia de Cristo.

Esto es lo que la Oración centrante está haciendo en mí, 6 años de práctica y comienzo a darme cuenta de lo que otros ya habían notado. “Son los demás los que se van dando cuenta de la transformación que va ocurriendo”, recordaba las palabras del Padre Beda en sus charlas. Claro, no siempre reacciono así, mi falso Yo  a veces es muy fuerte y gana la partida y mi mente y mi lengua acaban con lo logrado en segundos.
  
En fin aquí estoy viviendo en un país centroamericano, muy diferente, donde la experiencia de los que me rodean no ha sido la mejor con el gentilicio panameño. No me quejo del trato pues en su mayoría han sido personas muy amorosas. En muy contadas ocasiones cuando muy orgullosamente he dicho que soy venezolana, la respuesta ha sido un silencio total. Así que ahora ni lo digo si no lo preguntan.


 Los días y meses han pasado y  trato de vivir esta experiencia como un regalo de Dios y con la esperanza de regresar a Venezuela luego de esparcir la semilla que se me entregó. 

Señor, te creo.

Reflexión al Evangelio Jn 20,24-29 Día de Santo Tomas. Cuantas veces Señor me has escuchado decir: sí, yo creo, cuantas veces lo...