sábado, 30 de julio de 2016

El Otro


Revisando cierto lugar en un libro en particular conseguí esta nota muy peculiar, escrita a mano y con marcas que solo el tiempo y las lágrimas dejan en una hoja de papel.
La persona que lo escribe muestra el gran sufrimiento por el que pasa y nos trasmite sus sentimientos.

He aquí lo que había escrito. 
     
El Otro
El otro me miró, se fijó en mí. Se fió de mí Fe.
Yo le reté y le  ordené.

En mi corazón la soberbia se instaló y reinó en todo mí ser.
¡Qué mal lo he hecho!

Arrepentido caí a sus pies y supliqué su intervención y su ayuda.
Una cruz  me entregó, tan pesada  para llevar.

Supliqué su ayuda, oh Señor para cargarla, pero el camino se hizo largo
 Y cada vez pesaba más y más.

Los días, semanas pasaban y el dolor y el sufrimiento comenzaron a manifestarse en mi cuerpo.
¡No quiero sufrir más! ¡Ya por favor! le pedía a Dios, El Otro.

¡Bájenme de esta cruz!, suplicaba pero no me dejaban.
Sufro y sufro,¿ hasta cuando Señor?. Los pensamientos son terribles, como
puñaladas en el corazón que me desgarran.


La ansiedad se siente en el estómago como una explosión de aire caliente que sube hasta el pecho y lo acelera. Me duele cada pedazo de mi cuerpo, el dolor me dobla, me agota hasta el cansancio y solo después de mucho sollozar , las lágrimas se llevan mi agonía y caigo rendido a sus pies, los pies de El Otro, mi Dios Padre Todopoderoso.

Señor, te creo.

Reflexión al Evangelio Jn 20,24-29 Día de Santo Tomas. Cuantas veces Señor me has escuchado decir: sí, yo creo, cuantas veces lo...