martes, 21 de julio de 2015

Oraciones y bendiciones del Pentateuco

©mariauxivi.blogspot.com
Escuché sobre un libro hace unos meses atrás y atraída por un comentario hice todo lo posible por adquirirlo.  Fue el propio autor quien  me lo entregó y amablemente le escribió una dedicatoria.

No recuerdo muy bien cuando lo comencé a leer, pero no había pasado más de tres páginas cuando me detuve asombrada de lo que leía, el Señor se dirigía a mí de una manera tan directa que parecía que tuviéramos una conversación en vivo y en directo. No podía creer lo que sucedía y comenzaba a leer nuevamente desde la primera página  y a tratar de asimilar todo lo que brotaba en mi mente y en mi corazón.

Era la historia de mi vida… bueno en realidad  la situación por la que muchas familias de venezolanos estábamos pasando. El éxodo… la diáspora de cientos de personas que dejábamos nuestras seguridades, amigos, familiares, profesiones, saliendo de nuestras áreas de confort para ir a tierras extrañas. Aunque en un principio nuestra salida del país fue por razones laborales, dos años después teníamos que tomar la decisión de regresar a la Patria o no.

El libro en cuestión lleva por título “Las oraciones y bendiciones más hermosas del Pentateuco” del Pbro. Alfredo Fermín.  Comienza con la primera bendición:

Y dijo el Señor a Abram:
“Vete de tu tierra,
y de tu patria,
y de la casa de tu padre
hacia la tierra que te haré ver.
Haré de ti una nación grande
 y te bendeciré
y haré grande tu nombre
 y serás una bendición.
Y bendeciré a los que te bendigan,
y a los que te maldigan maldeciré;
y serán benditas en ti todas las tribus de la tierra.”
Gn 12,1-3

¡Qué les parece, acaso no está dirigida a muchos de nosotros, venezolanos expatriados!

A todos aquellos que por diversas razones de trabajo, familiares, económicas han visto la necesidad de salir de su ciudad, su pueblo, su país,  Dios nos invita a despojarnos de nuestras seguridades para llevarnos a un camino por el cual nos guía. Es cuestión de Fe dejarse llevar, discernir los caminos de Dios de los que no lo son y seguir adelante.

He pensado por momentos ¿será que nos perdimos del camino y nos equivocamos de destino? Pues todo es tan difícil y complicado, pensamientos que nos van agobiando y poniéndonos a dudar sobre nuestras decisiones.

Ser extranjero en un país no es nada agradable, pero cuando los pensamientos pesimistas comienzan a llegar, recuerdo que Dios eligió a un extranjero para constituir a su pueblo Israel.

Con confianza podemos continuar, ¿a dónde llegaremos? espero que como el salmo nos dice nos conduzca a fuentes tranquilas.

©mariauxivi.blogspot.com
El libro aún no lo termino de leer, pues una lectura nueva me lleva mucho tiempo ya que la medito, realizo oración con ella y la leo una y otra vez. En él hay otras oraciones y bendiciones que estoy segura serán hermosas como las que hasta ahora he leído.

"Aunque camine por lúgubres cañadas, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu bastón me defienden."Sal 23,4


Señor, te creo.

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