domingo, 17 de julio de 2011

La oración de Bienvenida, por primera vez en mi vida

© justZHM
Han sido días de un sentimiento de tristeza muy grande, es algo diferente a la tristeza que en otras ocasiones ha llenado mi corazón que podríamos catalogar mas bien de dolor.

 En familia hemos sufrido la tragedia de la pérdida del lugar de trabajo de un miembro de la familia y de un centenar de personas. He sentido por primera vez el dolor de la pérdida de algo ajeno a mí. Pero el sentimiento de solidaridad que me llenó me ha mantenido atenta y asombrada de lo que cómo seres humanos podemos llegar a compartir.

Todavía me cuesta creer lo sucedido, pues habían sido muchos meses de sacrificio acostumbrarse a una rutina y estilo de vida muy diferente al que estaba acostumbrada. Pero como estoy entregada a la voluntad de Dios Él sabe llevarme por sus caminos. No voy a dar muchos detalles de lo ocurrido.

 No quise ver imágenes de la destrucción del sitio, pero luego de escuchar tantos comentarios entre amigos, compañeros de trabajo decidí tres días después de la tragedia pasar por el lugar del siniestro.

Cuando me fui acercando el asombro de lo que veía, hizo que mi corazón se acelerara !!! Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero en ese mismo instante una fuerza me invadió y en mi mente se pronunciaron estas palabras: "Bienvenido, Dios, bienvenido a mi vida, gracias por estar presente"

Por primera vez brotaba la oración de bienvenida que me habían enseñado en Extensión Contemplativa y repetía: "Bienvenido Padre Santo, por no permitir pérdidas humanas"  y así continué alabando y dando gracias a Dios por como habían sucedido las cosas.

Otra lección me está dejando este acontecimiento, la tolerancia, el respeto por otras creencias, que muchas de ellas desconocemos. Me ha tocado enfrentar cristianamente las murmuraciones e ironías que muchos te hacen llegar y que el solo hecho de ver la actitud de dolor en mi corazón los hace agachar la cabeza

He pensado mucho en el ecumenismo y creo que ahora comienzo a aceptarlo desde el corazón y no desde la razón. Esto y otras realidades que he podido comprender han hecho que me conozca algo mejor, y que conozca la bondad básica de la cual habla el Padre Thomas Keating, la he visto y he podido palparla.

De todo este acontecimiento trágico que todavía sigue presente en mi mente y en mi corazón espero un crecimiento de fortaleza en la fe y en la esperanza de que todo es para bien y para la santificación de muchos.

Gracias Padre Santo por estar presente en cada instante de mi vida.

martes, 5 de julio de 2011

La oración del Laico

Maria Reconciliadora de los Pueblos y Naciones
He notado últimamente que cuando Dios Padre quiere que entienda de una vez por todas algo que mi inteligencia no ha podido asimilar, se vale de otros para sembrar una duda en mi y como me conoce desde siempre sabe que recurro a una metodología de investigación para buscar la verdad o la respuesta correcta al asunto propuesto.

La frase a confirmar era la siguiente: “Un laico, en muy remotas ocasiones debido a su vida activa, puede llegar a experimentar el último estado de oración descrito por Santa Teresa de Jesús, la unión transformativa".¿ Un laico puede llegar al éxtasis en la oración?

Como “practico” la Oración Centrante esa afirmación anterior me llamó mucho la atención, fue algo que quedó abierto y hasta ahora cierro exponiéndolo aquí en esta entrada. No tengo expectativas, ni un fin, objetivo o como quieran llamarlo al realizar mi oración. Solo yo me acerco a consentir la presencia y acción de Dios, acudir a la cita que tengo con mi Señor. Si es un buen período o no, no lo clasifico, culmino feliz de haber acudido y Dios sabrá que hace en mí.

Por qué digo esto, pues para dejarles claro que mi intención no es llegar al éxtasis que experimentaron místicos, personas santas y religiosos de vida contemplativa.

Una mañana, como en otras ocasiones llegó un pensamiento a mi mente: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial lo es”. Mt 5,48

¡Aquí está esta es la respuesta!, me dije esa mañana. Todos estamos llamados a la santidad, y a todas las almas las ofrece el Señor, entonces un laico puede llegar a la unión transformativa y llegar a la contemplación si su grado de oración lo lleva a esa relación íntima con el Creador.

Luego me dirigí a mi biblioteca, buscando un libro que leo a retazos, mala costumbre que tengo, busco y allí está: “La vida cristiana de cualquier bautizado, desarrollándose gradualmente y sin obstáculos, tendría que desembocar forzosamente en la unión con Dios transformativa, que de esta manera vendría a ser para todos el preludio normal de la visión beatífica.” (ROYO MARIN, Antonio, Ser o no ser Santo; Madrid; Ediciones BAC; 2000; p 211)

Y el mismo libro cita a Santa Teresa afirmando que todos estamos invitados:
“Mirad que convida el Señor a todos; pues es la misma verdad, no hay que dudar. Si no fuera general este convite, no os llamara el Señor a todos, y aunque los llamara no dijera: `Yo os daré de beber´ (Jn 7,37). Pudiera decir: ^Venid todos, que, en fin, no perderéis nada; y a los que a mí me pareciere, yo les daré de beber^. Mas como dijo, sin esta condición, a todos, tengo por cierto que a todos los que no se quedaren en el camino no les faltará esta agua viva "(Camino 19,15)

Luego relacionando mi campo de acción apostólica consigo que el método del MCC (Movimiento Cursillo de Cristiandad) se apoya en la antropología, pedagogía y psicología, que el Cursillo es algo muy serio y cuidadosamente elaborado. Y a su vez el autor de donde tomo esta idea, lo compara con uno de los objetivos de la Travesía Espiritual descrita por el monje cisterciense Fr Thomas Keating, O.C.S., fundador de Extensión Contemplativa Internacional, siendo este objetivo la sanación y purificación del inconsciente por parte del Terapeuta Divino, y la evacuación del llamado` falso yo´ (hombre viejo) Tomado de: Eric Rivas http://www.editorialdecolores.com.ar/cursmixtos.doc


Un párrafo en donde a parecen los apostolados de que me valgo para mi formación y transformación en Cristo, entrelazados aquí en un mismo objetivo.¡ Maravilloso!

Luego me hice la pregunta ¿habrá un laico en el siglo XXI que haya llegado a esta unión con Dios? y seguía pensando, ¿sería un místico? Y de pronto, la respuesta: ¡una vidente!, recordé entonces a Maria Esperanza de Bianchini, la vidente de las apariciones en Betania en los Valles del Tuy en mi patria, Venezuela.

¿Que encontré? Las respuestas que faltaban, una mujer, esposa, madre de 7 hijos, que llegué a verla a través de los medios de comunicación en varias oportunidades. Que en un principio veía con mucho escepticismo y que luego no supe más. Hasta que me entero ayer que fue declarada Sierva de Dios y existe una causa abierta para su beatificación.

© Betania

La Sra. María Esperanza me mostró que un laico puede recibir dones y carismas extraordinarios, así como ella los recibió: estigmatización, visiones del porvenir, don de curación, materialización de la Santa Hostia en su boca, emisión de perfumes de flores y frutas, aparición de pétalos de rosa, levitación, bilocación, transfiguración y un fenómeno místico único, el nacimiento o salida de una rosa que brota de manera espontánea de su pecho.
Me mostró que un laico puede cumplir con sus responsabilidades familiares y al mismo tiempo llevar una vida activa contemplativa, así me imagino su vida por lo que he podido leer de ella y que a continuación les dejo un enlace para que con su testimonio nos animemos a vivir la dimensión contemplativa del Evangelio en la vida cotidiana.
http://www.mariaesperanza.org/espanol/index_es_frameset.html


En el nombre delPadre, el Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Señor, te creo.

Reflexión al Evangelio Jn 20,24-29 Día de Santo Tomas. Cuantas veces Señor me has escuchado decir: sí, yo creo, cuantas veces lo...