Revisando las entradas en mi
blog he notado que no escribo de mi travesía desde Semana Santa, y es que estas
semanas no tienen principio ni fin, programo una cosa y resulta otra. Hago una
lista de cosas por hacer y no sé donde la dejo, luego resulta que consigo
papelitos de cosas por hacer por todos lados. ¿Cómo lo resuelvo? No haciendo más
listas, me digo a mi misma. Decidí anotar todo en mi agenda que es más fácil de
conseguir por su tamaño.
Tenía toda una programación
para realizar estas dos semanas y he caído en cama con un fuerte resfriado que
me ha confirmado la necesidad de una cirugía que no he querido realizarme. En
fin el tener que respirar oralmente me ha puesto de mal humor. Para contrarrestarlo
he tomado varios libros y material de lectura para trabajar sobre un tema en
especial en mi lecho de enferma. Ahora para contribuir con el caos he dejado
todo a un lado y me he puesto a escribir esta entrada. El stress, la
pensadera, como dice una amiga, me tienen en una desorganización total.
Me despido de mi país por un
tiempo, había comenzado a despedirme de amigos, organizar closets en casa,
donar lo que no uso desde hacía tiempo, escoger los libros que me llevaría,¿ qué dejo para llevarlo
en otro momento?¿Qué necesitaré, que apostolado me pide el Señor, podré
trabajar? en fin son tantas cosas por
resolver. Por lo pronto decidí ir colocando en una maletita todo lo que por
momentos llega a mi mente que debo llevar: las medicinas es una de ellas, los
documentos legales, al igual que mis libros favoritos, ya los he leído pero me
gusta releerlos siempre me dicen algo diferente, material para mis manualidades,
mis pen drives con los archivos que no he podido subir a Drive. En fin no son
muchas y no pueden serlo pues hay un límite y siempre me digo “ligera de
equipaje, querida, en la sencillez y la humildad te quiere Papá Dios.
Meditaba sobre el evangelio unos versículos llamaron
mi atención: “No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean
también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir, si no
fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de
irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para
que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar.” Juan
14, 1-3.
Por qué sentirme angustiada,
mi Padre Dios tiene todo preparado, tiene el lugar listo solo tengo que aceptar
su voluntad y estar atenta, continuar el camino, decir que si y estar segura
que no estoy sola porque Cristo va delante de mí.
El camino de padecer
es más seguro y aún más
provechoso
que el de gozar y hacer:
...se le añaden las fuerzas
de Dios
....y (se va) purificando el
alma
y haciéndola más sabia y
cauta.
San Juan de la Cruz, Noche
Oscura, Canc. 2, Lib. 2, cap 16, #9
1 comentario:
Mari! Que Bello! Suplico a Dios pot tu pronta recuperación, por tu mejoría y por tu viaje. Somos varios quienes acompañamos a Jesús a cargar con el peso de la Cruz. Felices! Dios no abandona a nadie y pues, como tú misma lo dices, según San Juan: "Nada te turbe, nada te inquiete, nada te robe la paz. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones, hay muchas.habitaciones".
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