Por tercera vez trato de comenzar esta entrada, veamos si
logro hacerlo, ya que en oportunidades anteriores guardé los archivos en otro
equipo y ese otro equipo está a miles de kilómetros.
Muchas cosas han
pasado en los últimos meses, y trataré de escribir sobre ello, si lo que la
inspiración me propone vale la pena transmitirlo.
En esta oportunidad quiero
hablarles de los amigos, pero de unos amigos especiales, aquellos que tuvimos
en nuestros años de estudio en la adolescencia, cuando comenzábamos a entablar
amistad con el sexo opuesto. De los amigos que se han ganado el adjetivo por su
presencia en la juventud de nuestras vidas, especialmente aquellos que
fueron personas muy importantes con las
que pudimos contar, aquellos a los cuales les contábamos qué chico nos gustaba,
o con la amiga que pasábamos leyendo novelas rosa o viendo revistas de moda,
aquellas amigas a la que le contábamos
cuando sentíamos mariposas en el estómago cuando alguien que nos gustaba
se acercaba a saludarnos, en los que un cómplice para hacer una travesura era uno de nuestros compañeros de
bachillerato. Esos fueron años de amistades tan sinceras, sin rastro de
interés, tan sencillos y tan llenos de amor sincero. Amistades que en algunos
casos llegaron a convertirse en los primeros amores.
¡Que bella época!, que años tan maravillosos y que regalo
tan hermoso me ha dado Dios al contactar nuevamente a estos compañeros de
colegio.
Mi promoción de
bachiller este año 2016 cumple 40 años de Aniversario y que gracias a las redes
sociales hemos podido reunirnos en un grupo virtual y planificar una hermosa
reunión. Todos estamos a punto de llegar a la edad de jubilación, algunos ya
son abuelos, otros profesionales exitosos, aventureros, madre y padres
abnegados, excelentes personas.
Ha sido maravilloso escucharnos y mantener un chat con
cientos de conversaciones, contándonos qué somos y qué hacemos. Me he divertido
escuchando canciones a capela, o recordando alguna canción de la época que van subiendo al chat, cada
uno va mostrando la personalidad, intereses, la familia, trabajo y las vicisitudes para sobrevivir en Venezuela, no he tenido oportunidad
de leer a cada uno pues es casi imposible, cuando te descuidas un par de horas puedes llegar a conseguirte con mas de 500 mensajes por leer; así que alguna forma encontraremos
de darnos a conocer.
Nos hemos convertido en el apoyo de unos con otros, hemos
coincidido la gran mayoría en ser padres huérfanos, pues los hijos han salido
del país, y hay un dolor en común, dolor que compartido se ha hecho más
llevadero.
Por alguna razón abriendo mi Biblia y buscando sobre el
versículo “Un amigo es un Tesoro”, comprendí
e interioricé lo que a continuación les coloco:
“El amigo fiel es
refugio seguro;
quien lo encuentra,
encuentra un tesoro;
un amigo fiel no tiene
precio
ni se puede pagar su
valor;
un amigo fiel es
remedio de vida:
quien respeta al Señor lo consigue;
quien respeta al Señor
consolida su amistad,
porque su amigo será
como sea él.” Eclo 6,14-17
Recordaba años atrás cuando por una tormenta emocional por
la que pasaba, hablaba de los amigos, pero en un sentido totalmente diferente.
En esta oportunidad Dios me mostraba otro sentido, el valor
verdadero de la amistad. Que grato es
saber que en la medida que vas dando pasos en la vida, ésta te puede ir
mostrando un lado hermoso y valioso que pensabas haber dejado muy atrás.
No sé si tendré la oportunidad de reunirme con ellos en
algún momento, pero su compañía a través del celular es genial, y por lo tanto
que escriben puedo estar horas leyendo sus anécdotas, sus chistes, sus alegrías
y sus tristezas.
Gracias Señor por estos amigos y por haber hecho posible este reencuentro. Que así como nosotros hemos podido reunirnos sean muchos mas los que lo hagan, reviviendo momentos hermosos, apoyándonos y viviendo la esperanza de un futuro mejor lleno de paz y armonía.
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