lunes, 10 de diciembre de 2018

Mi Adviento en la latitud 34,5° Sur

©mariauxivi.blogspot.com


Comienzo esta entrada con el firme propósito de plasmar mis experiencias desde una latitud muy lejana a la linea del Ecuador. Somos muchos los que por diferentes circunstancias hemos dejado nuestro terruño. No es nueva la experiencia, esto comenzó hace un par de años  atrás y cada destino a sido increíblemente de provecho, con buenas y menos buenas experiencias pero en común llevan un denominador: el crecimiento personal.

La Palabra de Dios nos habla de este crecimiento que puede ser en muchos sentidos. El libro de Proverbios en su primer capítulo nos indica que su lectura nos ayuda a adquirir sabiduría y educación .

“para obtener una educación acertada: justicia, derecho y rectitud, para enseñar sagacidad al incauto, saber y reflexión al muchacho- lo escucha el sensato y aumenta el saber”Prov 1, 3-5

En la Carta de Santiago también la Palabra nos indica que el conocimiento adquirido hay que ponerlo en practica. Lo damos y nos damos a los demás, de qué vale llenarnos de conocimientos si no los compartimos, esto nos hará partícipes del Amor y de esta manera creceremos.

“Pero no basta con oír el mensaje hay que ponerlo en practica, de lo contrario se estarían engañando a ustedes mismos”  Sant 1,22

Como mujer, Papá Dios me dio un garrotazo en la cabeza que ahora le agradezco enormemente. La mujer sabia, la mujer de Dios es nuestro camino. Los últimos años me he dedicado durante la lectio divina a descubrir las promesas que Papá Dios tiene para mí. Una y otra vez que por el ciclo litúrgico releemos alguna lectura, allí sobresale alguna promesa que ya la ha cumplido o una que me otorga.
Las escribo en un cuaderno y las leo a menudo, paso mi mano sobre esas lineas recordando cuan amada soy por mi Padre. Últimamente no veo nuevas lineas escritas y eso me cuestiona , recordando mi relación con Dios. Así que en este Adviento voy retomando mis visitas diarias a esas páginas escritas por mí, con la intención de continuar descubriendo y continuar creciendo en el Amor. Y este crecimiento no es mas que dejar que Él crezca en mi y yo día a día ir vaciándome de todo aquello que estorba para que muriendo sea Él quien tome el lugar. Que esto no es fácil, que el Ego aparece apenas se siente adulado, ya poco a poco voy frenando esos ímpetus y soltando… recuerden la mujer sabia.

He tenido que cambiar el título de esta entrada, pues queriendo compartir  algo muy mundano, me han salido estas líneas que no tienen nada que ver con el título que había reservado. Así que dejamos la intención para otra entrada pues esta me ha salido del corazón.
Un saludo a todos. Que tengan una maravillosa Segunda Semana de Adviento

Señor, te creo.

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