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No puedo dejar de mostrarles la
situación por la cual muchos venezolanos pasamos. Es algo contradictorio.
Mientras una parte de la población está encerrada en sus casas, con
dificultades para moverse dentro de la ciudad, en otros lugares la vida
continúa sin ningún gran inconveniente, solo realizando las colas a las cuales
muchos ya se están acostumbrando, para obtener algún producto de la cesta
básica.
No he podido realizar diligencias,
ni comprar materiales para mis manualidades, ni asistir a la Misa diaria,
debido a que estoy encerrada en mi urbanización. Si quiero salir debo hacerlo
muy temprano en la mañana con la salida del sol, antes de que todos se aglomeren por la única
salida hacia la autopista y esperar que las actividades laborales comiencen en
algún lugar seguro, ¿cuál? ninguno. Marchas,
manifestaciones, trancas imposibilitan la circulación vehicular en la zona
Norte de la ciudad, donde vivo. Me dicen que en otras partes de la ciudad no es
así.
La escasez comienza a notarse de
manera alarmante, no había visitado un supermercado desde hace semanas y el
domingo pude hacerlo. Estaba en la búsqueda de arroz y pasta, ya no me quedaba
mucho en casa. La Divina Providencia hizo posible que el único mercado al que
pude llegar, había sido surtido con arroz y pasta, ¿que extraño? había muy pocas
personas.
©mariauxivi.blogspot.com |
Supongo que como la escasez ya
comienza a notarse de una forma alarmante en la urbanización, las personas de
otros lugares no se acercan a adquirir los alimentos que necesitan pues perderían el viaje. Quedé asombrada de ver las condiciones en que se encontraba este mercado, estantes
vacíos, pero no uno, eran varios. Los productos refrigerados totalmente ausentes de los anaqueles. Me asusto de pensar ¿ a dónde nos llevará todo esto?
Quiero aclararles
que el desabastecimiento no solo es porque no hay productos sino también que
las trancas en la misma zona impiden que lleguen a abastecerlo, aunque me hacía
la pregunta ¿cómo llegó leche, pasta y arroz si supuestamente las trancas
impedían el abastecimiento del supermercado?
Comienzo a ver ahora los altos
precios en los alimentos que compramos en los mercados populares, en las
calles. Hasta ahora podemos sacar nuestro dinero del banco y tener un efectivo
para poder comprar en estos mercados que llegan a nuestras urbanizaciones, pero
me preguntaba, el día en que el acceso al cajero sea difícil o este no haya
sido repuesto de dinero, cómo podremos comprarle a estas personas, que
pareciera comienzan a especular con los precios.
La economía de guerra comienza a
aparecer, veremos entonces el mercado
negro de productos y así nos vamos pareciendo cada día más y más a Cuba.
©mariauxivi.blogspot.com |
Mientras tanto espero por la
reapertura de las actividades universitarias, estoy aquí esperando que mi hijo
se pueda graduar, obtener un título que le abriría las puertas en otro país y
lograr así reunir a la familia y continuar.
Muchos quieren salir del país, supongo que realizando trámites legales para conseguir documentos necesarios hay muchas personas y los consulados y notarias deben estar colapsados de tantos usuarios. Espero poder ver el fin de esta situación, no se si estaré presente en el país para verlo, confío en Dios tenga un plan para la familia y todos podamos estar juntos donde Él lo tenga dispuesto.
"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia.
Por eso no tendremos miedo, aunque se deshaga la tierra, aunque se hundan los montes en el fondo del mar, aunque ruja el mar y se agiten sus olas, aunque tiemblen los montes a causa de su furia" Salmo 46
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