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Comienzo
esta entrada con el firme propósito de plasmar mis experiencias desde una
latitud muy lejana a la linea del Ecuador. Somos muchos los que por diferentes
circunstancias hemos dejado nuestro terruño. No es nueva la experiencia, esto
comenzó hace un par de años atrás y cada
destino a sido increíblemente de provecho, con buenas y menos buenas
experiencias pero en común llevan un denominador: el crecimiento personal.
La Palabra
de Dios nos habla de este crecimiento que puede ser en muchos sentidos. El
libro de Proverbios en su primer capítulo nos indica que su lectura nos ayuda a
adquirir sabiduría y educación .
“para obtener una
educación acertada: justicia, derecho y rectitud, para enseñar sagacidad al
incauto, saber y reflexión al muchacho- lo escucha el sensato y aumenta el
saber”Prov 1, 3-5
En la
Carta de Santiago también la Palabra nos indica que el conocimiento adquirido
hay que ponerlo en practica. Lo damos y nos damos a los demás, de qué vale
llenarnos de conocimientos si no los compartimos, esto nos hará partícipes del
Amor y de esta manera creceremos.
“Pero no basta con oír el mensaje hay que ponerlo en practica, de lo contrario se estarían
engañando a ustedes mismos” Sant 1,22
Como
mujer, Papá Dios me dio un garrotazo en la cabeza que ahora le agradezco
enormemente. La mujer sabia, la mujer de Dios es nuestro camino. Los últimos
años me he dedicado durante la lectio divina a descubrir las promesas que Papá
Dios tiene para mí. Una y otra vez que por el ciclo litúrgico releemos alguna
lectura, allí sobresale alguna promesa que ya la ha cumplido o una que me
otorga.
Las
escribo en un cuaderno y las leo a menudo, paso mi mano sobre esas lineas
recordando cuan amada soy por mi Padre. Últimamente no veo nuevas lineas
escritas y eso me cuestiona , recordando mi relación con Dios. Así que en este
Adviento voy retomando mis visitas diarias a esas páginas escritas por mí, con
la intención de continuar descubriendo y continuar creciendo en el Amor. Y este
crecimiento no es mas que dejar que Él crezca en mi y yo día a día ir
vaciándome de todo aquello que estorba para que muriendo sea Él quien tome el lugar. Que esto no es fácil, que el Ego aparece apenas se siente adulado, ya poco a poco voy frenando esos ímpetus y
soltando… recuerden la mujer sabia.
He tenido
que cambiar el título de esta entrada, pues queriendo compartir algo muy mundano, me han salido estas líneas
que no tienen nada que ver con el título que había reservado. Así que dejamos
la intención para otra entrada pues esta me ha salido del corazón.
Un saludo
a todos. Que tengan una maravillosa Segunda Semana de Adviento
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