Desde hace algún tiempo ha estado presente en mi
pensamiento, de una manera muy especial, nuestra madre la Santísima Virgen
María. Pareciera que ante las circunstancias en las cuales me encuentro ella
quería que le dirigiera una mirada. Reconozco que mi veneración hacia ella ha
pasado por distintos tropiezos y aun habiendo tenido una experiencia muy
hermosa con la Madre de Dios, al mirarme de una manera especial en cierta
ocasión, yo necia, no he levantado la mirada hacia ella dándole la atención que se merece.
Una gran necesidad de retornar al Rosario se ha hecho
presente, ese que diariamente realizaba cuando salía a caminar, ya las cuentas
no pasaban por mis dedos, los misterios comenzaron a olvidarse y al no conducir
automóvil esa devoción dejó de repetirse como oración activa por mi alma, quien
sin yo darme cuenta oraba al Santísimo desde dentro de mí. Una que otra vez
trataba de comenzar y no llegaba al final.
Pero allí estaba yo, atravesando nuevamente una crisis,
imposibilitada de realizar la Oración de Bienvenida, por rebeldía, y tomando un
camino diferente al que se me pedía y
cada vez me hundía más y más. En verdad somos necios y cumplir la Voluntad de
Dios, no es tan fácil, podrás decirlo miles de veces, ¡ que se
haga tu voluntad Señor! pero en
ocasiones harás lo que tú crees es lo mejor. haciendo el camino mas largo y doloroso.
Tratando de animarme a rezar en forma discursiva, me
presenté en Casa Bethania, el lugar
donde viven Las Siervas de la Divina Misericordia, para reunirme con otras
personas allí. Hacía tiempo que no rezaba en comunidad oraciones verbales y
discursivas. Me mostraron el gran valor de su oración verbal llenando mi alma
del amor de la Madre y sintiéndome abrazada por Jesús Misericordía.
Así son nuestros caminos, nuestra travesía espiritual,
cuando creemos estar en lo alto, miramos hacia arriba y es mucho lo que se nos
muestra, quedando todavía muchos mal peldaños por pisar.
Que nuestra Madre Amorosa, la Virgen María, bajo la
advocación de María Auxiliadora me arranque de lo brazos del enemigo y me lleve
a las alturas de la gran Misericordia del Padre. Amén.
Yo creo que son cosas que en más de una ocasión nos ha pasado a todos alguna vez, pero ello también da fuerza Mª Auxiliadora. Que Nuestra Santísima Madre te bendiga. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
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