Centro de votación |
Llevo días tratando
de escribir, y las entradas no se terminan para publicarlas, así que nuevamente
me siento y encomendándome al Espíritu Santo trato de seguir lo que se me va
inspirando.
¡Hay que animar, sigue!, escucho
una vocecita en mi cabeza,¡ continúa debes
animar a muchos, no pueden caer en la depresión colectiva, recuerda lo que ha dicho!,
refiriéndose a Henrique Capriles:” Hemos hecho un camino y hemos colocado las
semillas, ahora hay que cuidarlas para que maduren y den fruto “y yo le
agregaría y ese fruto sea abundante.
Me levanté hoy
buscando palabras que alimentaran mi esperanza y llenaran mi corazón de un poco
de alegría. Tomé el Misal y comencé a leer
la Antífona de entrada que le corresponde a la Misa de hoy: “Todo
depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho
los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del
universo” Est 13,9.10-11.
Pues sí, estamos
en las manos de Dios, y Él sabrá hasta cuándo debemos continuar en este trance.
Recuerdo en este momento a una lectora de este Blog, de Cuba, y me hago tantas
preguntas que me van inquietando… ¡espera!
me dice mi conciencia. “Piensa cristianamente, ¿no estás en ese
camino de transformación que te ha hecho crecer espiritualmente?” me detengo y digo: Señor en ti está puesta mi
confianza, Solo tú tienes palabras de Vida Eterna.
En las colas para votar |
Será nuestro
deber tolerar y hacernos respetar como hijos de Dios que somos, hacer valer
nuestros derechos, velar por el bien de todos, sembrar muchos valores que un
discurso violento y lleno de odio ha hecho dividir al país en dos grupos que no existían,
trabajar y trabajar donde estemos insertos en la sociedad, orientar al que
actúa bajo pasiones injustas, velar por la justicia. Podrán darme los
calificativos denigrantes que quieran, pero mi testimonio de vida deberá
derrumbarlos sin tener que levantar la voz para hacer valer lo que como a ser
humano tengo derecho. Así desde ya, a trabajar por el bien común.
Que por donde yo
pase, deje un mensaje de paz, para que respetando se me respete y donde tolere se
me tolere porque un día estaremos cara a
cara ante el Padre y humildemente espero me diga: “Vengan ustedes, los que han sido
bendecidos por mi Padre; reciban el Reino que está preparado para ustedes desde
que Dios hizo el mundo. Mt 25, 34.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Querida, no sabes cuantas personas oramos por tu amado país.
ResponderEliminarHe seguido las noticias como si fuera el destino de mi propia patria y sentía dolor, no podía creer que se cayera de nuevo en lo mismo.
Pero me quedo con las palabras de Caprile: AUN NO ES EL TIEMPO DE DIOS EN VENEZUELA.
Nuestro Padre les siga dando fortaleza, ánimo, esperanza y la Santísima Virgen cubra su patria con su manto de amor y misericordia.
Ánimo mujer y venezolanos que el Señor nunca desampara!!!
¡Ánimo! Yo también estuve al pendiente, y comparto el mismo dolor de Pilita. No lo pude evitar. Pero Dios es grande y Él usa todo para bien. Así estamos ahora en Estados Unidos, orando por un milagro, pues los católicos comprometidos no queremos que gane Obama, pero que sea Su voluntad y no la nuestra.
ResponderEliminarQuerida Auxi: Los venezolanos que vivimos aquí en Canarias también hemos sentido esa mezcla de sentimientos, quizás porque añoramos volver a nuestra amada patria, y verla libre y feliz,...Hemos orado, hemos intentado seguir la vocecita de la conciencia que dices tú,...ahora toca seguir en la brecha orando y trabajando para que Dios haga su obra, y se cumpla en nosotros su designio de amor y misericordia. Gracias por compartir tus sentimientos, que la esperanza, virtud cristiana de las grandes, nos mantenaga siempre en pie, unidos a Jesús y a María, y unidos entre nosotros. Un saludo desde este rincón de Canarias,...
ResponderEliminarMarcelo