Vacaciones en Familia

Playa del Hotel

Algo diferente quiero hacerles llegar al comentarles acerca de las vacaciones de las cuales acabamos de regresar, repetimos destino al visitar por segunda vez la isla de Aruba, vacaciones familiares otorgadas por el lugar de trabajo de mi esposo en recompensa a su esfuerzo¡fabuloso! ¿verdad? Hicimos maletas y nos fuimos a disfrutar de un fin de semana largo, de la seguridad, playa, sol, ejercicio, caminatas nocturnas y recreación que puede brindar  una isla como Aruba. ( una que otra comprita también)

Visitamos Aruba en el 2005 y cómo ha cambiado! Para bien según lo veo. Mucho más hoteles, centros comerciales y actividades acuáticas donde quieras.

No lograba acostumbrarme a la preferencia al peatón en los cruces de avenidas. Creo que tengo que aprender esto, pues aquí en mi país yo siento que el conductor tiene la prioridad y ¿el peatón?, muy bien, gracias. No hay como dar una caminata después de la cena, sobre todo si te sientes en un lugar seguro, con la brisa del mar alborotando los cabellos, creo que viviría con un sombrero en la cabeza puesto para disimular el enredo que habría debajo de este.

Starbucks Cafe

 El agua del mar más bien tibia, en esta oportunidad mucha mejor temperatura, me permitió hacer las paces con el Caribe y nos aventuramos a explorar en un paseo con la posibilidad de realizar snorkling, entendí perfectamente que  necesito un poco más de ejercicio, pues al final del paseo no había músculo que no me doliera.

 La fauna acuática a tan escasos metros de la orilla me impresionó, peces multicolores, calamares, erizos, corales. Tenía muchísimos años que no disfrutaba de la fauna marina en esa intensidad. Gracias familia por haber compartido.

Nuestros hijos nos acompañaron, disfrutamos de algo bien divertido, la cuerda del pirata, lanzarse desde la proa de un barco a las profundidades del mar, ¿qué creen? Me lancé tal cual adolecente que no le teme al peligro, me acobardé un poco cuando escuché a alguien decir: la señora se va a lanzar. Ay mi madre!! Allí estaba yo en la orilla del barco y… un poco de titubeo y zas!!! Al aiiiree!!! Y luego a soltarse y al aguaaaa!!! Divertidísimo,  quise repetir pero no me fue tan bien en la segunda.

 Llegó el domingo y ya tenía todo planeado, iglesia ubicada, hora de la misa y así conocimos la iglesia de St Anna en Noord, a 6 minutos del hotel y $ 11 en taxi, llegamos muy temprano, quería conocer al párroco y hacerle entrega de unos afiches de EWTN, no podía perder la ocasión de promocionar al canal. Leía en el evangelio de hoy Lucas 4,43 “También tengo que anunciarles el Reino de Dios a las otras ciudades, pues para eso he sido enviado”.

 La iglesia muy hermosa, les comentaré de ella en otra entrada. La celebración fue en inglés pero pudimos seguirla con el misal y un Service Guide que nos entregaron.

Iglesia Saint Anne

Padre Santiago Tomasik

Me llamo mucho la atención que había otros turistas presentes en la iglesia dedicando un rato a Dios Padre y haciendo un alto en sus actividades igual que nosotros. Aunque quejándose un poco nuestros hijos nos acompañaron a la iglesia. La mayoría de la personas comulgó, tal vez todas, ¡qué hermoso! Me encantó haber asistido y darle gracias a Dios por todo, por su amor, su especial regalo.

Transcurrió el día y así finalizaron nuestras vacaciones familiares disfrutando del mar y las instalaciones del hotel.

Doy gracias a Dios por todo lo vivido, retomando responsabilidades como laica que anuncia el Reino de Dios a tiempo y destiempo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.