Corona de Adviento |
Leyendo al Padre Roberto Visier en La hora de la verdad http://horadeverdad.blogspot.com/2010/11/minoria-creativa.html me hace pensar sobre mí actuar, soy minoría sobre la cual muchos ojos dirigen sus miradas, trato de ser lo que me pide Jesús, es una carga dulce y llevadera, la carga que me ha puesto Dios Padre y que sabe que puedo llevar. A veces pienso que doy pasos hacia adelante y otras veces hacia atrás, muchos. Pareciera que planificara una estrategia y alguien me empuja y me detiene, paso a paso.
Comienza el Adviento, y es otro tiempo litúrgico de evangelización en el metro cuadrado que me corresponde, cristianizar muchos símbolos, enseñar, dialogar, responder con un silencio o a veces con una sonrisa a un niño que hace preguntas sobre Santa, y los regalos del Niño Jesús. Hace poco se me acercó uno de mis alumnos y me dijo: “Mi mamá me dijo que el Niño Jesús no le trae regalos a los niños que se portan mal, que le preguntará a usted para que viera que era cierto” ¡Santo Cristo por qué los padres me ponen en estas situaciones! No tengo muy claro cuál debe ser mi posición ante preguntas sobre la existencia de Santa o los regalos del Niño Jesús, he lanzado algo sobre San Nicolás diciéndoles que era un santo Obispo, sacerdote, los pequeñitos no me entienden mucho, trato de sembrar en mis alumnos el verdadero sentido de la Navidad, en las últimas clases quedaron mudos cuando les dije que era el cumpleaños del Niño Jesús y nadie le llevaba regalos, sino que le pedían regalos al cumpleañero, quedaron todos muy pensativos…. Lucho contra el consumismo y la publicidad que desborda las cabecitas de los niños, pero que felices se ponen cuando me ven llegar al salón de clases con la Corona de Adviento. Para muchos solo tienen ese momento de oración, les indico que debemos prepararnos para recibir al Niño Jesús en nuestros corazones y así pueda conseguir una cuna calentita donde recostarse.
A veces las mismas familias no ayudan mucho pues digamos que tienen su propia manera de vivir la Navidad. Este año opté por enseñarles un villancico español, pues los aguinaldos venezolanos ya los saben, y como muchos tienen abuelos españoles, les ha encantado los Peces en el Río.
Me han preguntado: ¿profe es usted una santa? Les he respondido, con cara de preocupación, no, no lo soy me gustaría llegar a serlo y tú también puedes serlo, ¿me acompañas?
Termino diciendo, sí, soy minoría, en el colegio, me ha tocado batallar, pero que feliz me siento cuando a mi lado va Cristo que va mostrándome el camino que debo tomar en la encrucijada que se me presenta.